martes, 1 de abril de 2008

Quién gana y quién pierde en la última batalla por los derechos de las mujeres y las-os diversos en la Constitución

El bloque de AP informa que la Constitución contendrá:

El respeto absoluto e irrestricto a todas las convicciones y creencias del pueblo ecuatoriano.

El carácter laico del Estado como garantía de libertad e independencia de la organización de la sociedad frente a las convicciones religiosas.

El preámbulo incorporará de manera ecuménica el nombre de Dios y las diversas formas de religiosidad, espiritualidad y creencias de los ecuatorianos.

La nueva Constitución garantizará la vida. Y la reconocerá y le protegerá en todas sus etapas, incluido el cuidado y la protección desde la concepción.

El Estado fortalecerá a las familias como núcleo de la sociedad. El matrimonio se mantendrá como la unión de un hombre y una mujer, reconociendo la unión libre.

No se discriminará a nadie por su orientación sexual.

Quien pierde con el freno a la progresividad de los derechos no es el feminismo, son las cerca de 70.000 mujeres, por decir la cifra menor, muchas de ellas pobres, que seguirán "destinadas" por un estado patriarcal, violador de los derechos humanos de las mujeres y criminalizador de la pobreza, a sufrir abortos en condiciones de inseguridad, clandestinidad, con dos resultados a la vista: a) mayor culpa de las mujeres, lo cual no aumentará la fe en las iglesias que promueven estas posturas, aumentará las dudas y b) mayor lucro de aquellas personas que realizan abortos.

Pierde la posibilidad de una cultura incluyente, en donde el Estado tenga la capacidad de dialogar con los diversos-as. Despenalizar el aborto, no es obligar a las mujeres a abortar es dar una opción frente a una problemática que impide el ejercicio de los derechos sexuales y derechos reproductivos.

Pierde la historia, como posibilidad única, de considerar las necesidades de las mujeres diversas y de las minorías sexuales como necesidades históricas que deben ser incluidas ahora y no postergadas. El neoliberalismo no solo tiene rostro económico, el neoliberalismo es también el triunfo de una forma de hacer política en donde las verdades únicas muestran otras formas de exclusión, sospechosamente parecidas en su espíritu a las que prevalecieron en el medievo. Triunfa ciertamente la ideología neoliberal que da primacía a los asuntos económicos, dejando de lado los procesos culturales, por los cuales nos vamos haciendo mas humanos en el mejor sentido del termino.

Triunfa un reducido conocimiento de que Eloy Alfaro respetaba los derechos de las mujeres, porque como dice en el famoso mausoleo: "cuando iba a casarse, comunicó de su decisión a su madre". Eso es lo que saben muchas personas y autoridades sobre género.

Triunfan ciertamente la ignorancia y los prejuicios generalizados, así como la manipulación desde la derecha, utilizando temas poco comprendidos y varios de ellos ni siquiera materia constitucional para organizar la oposición a la nueva Constitución en general.