jueves, 27 de septiembre de 2007

RESPUESTA A CADENA ANTI DERECHOS HUMANOS

Grupos que violan derechos humanos fundamentales, en su incapacidad para escuchar y debatir han optado por una campaña anónima, con mensajes distorsionados, que desinforman en lugar de dialogar y discutir sobre temas que afectan la vida de todas las personas, pero sobre todo la vida de las mujeres. Esto es una señal de lo que puede pasar en la Asamblea, por ello desde ya comenzamos a dar respuesta a ese tipo de mensajes.

Dicen que valoran la vida, sería importante destacar que todas las personas amamos la vida, la queremos, pero la mayoría, preferimos que sea una vida con dignidad y libre de violencia. No una vida de pobreza y subordinación.

Quieren alegría. ¿Quién no? La alegría se logra cuando uno puede tener iguales oportunidades, autonomía, respeto por sus creencias y sus necesidades básicas cubiertas. Difícilmente podemos tener alegría cuando somos objeto de represión y fanatismo y cuando nuestros derechos no son plenamente garantizados por el Estado y la sociedad.

Quieren tener un modelo tradicional de familia. Otras personas buscamos tener un grupo familiar, en la que todos sus miembros sean respetados y protegidos, sin necesidad de que hayan roles asignados por la tradición, sino por el afecto y de una manera equitativa e igualitaria.

Quieren una sociedad con principios éticos, y realizan una campaña anónima llena de mentiras que quiere ocultar la realidad. Las feministas no inventamos la sexualidad o el aborto.

Quieren ver jóvenes felices y responsables. Todas las personas queremos no sólo ver, sino asegurar una vida feliz y llena de logros para todos los jóvenes. Entonces empecemos erradicando el anonimato, la violencia, la mentira. Los/as autores/as de esta campaña no han escuchado las principales demandas de los jóvenes: vida libre de violencia, información para tomar decisiones adecuadas sobre su vida personal y sexual, alto a la discriminación.

Exigimos la plena vigencia del Estado laico. Miramos con preocupación los intentos de estos grupos por retroceder los avances logrados por el laicismo y los movimientos de mujeres. En virtud de las libertades fundamentales de pensamiento, conciencia, religión y asociación, cada iglesia puede predicar a sus fieles sobre una moral particular, pero la ética que rige al Estado ecuatoriano, estado social de derecho y laico de acuerdo a su Constitución, está basada en los derechos humanos y no puede estar sujeta a concepción religiosa alguna, mucho menos a los mandatos de una iglesia en particular. Sería desconocer los derechos de los otros grupos que no participan de esas creencias, que tienen creencias distintas o que interpretan sus creencias en forma diferente.

Toda nuestra solidaridad con María Paula Romo y las demás candidatas y candidatos que respaldan las propuestas que garantizan los derechos de todas las personas sin discriminaciones.

Asamblea de Mujeres de Quito